Papel Escrito

Érase una vez un niño que estaba perdidamente enamorado de una de sus compañeritas del cole, él había conocido a la pequeña en cuarto grado y al verla por primera vez se había quedado maravillado.

Ella se llamaba Julieta y él se volvía loco por ella. Todo el día pensaba y soñaba como sueña todo niño, pero soñaba con ella. Creo que nunca he conocido a ningún otro niño tan enamorado, jamás en mi vida me he encontrado con ningún otro joven que haya experimentado este sentimiento.

En fin, definitivamente el muchacho estaba muerto por esa niña, pero ella nunca lo supo, Julieta jamás se enteró, el era muy callado como para hablarle y mucho menos para decirle lo que sentía, y era lógico; era un niño, apenas estaba conociendo el mundo, era muy posible que tuviese miedo, tal vez al rechazo o simplemente a no saber qué podría ocurrir.

Pero un día llegó Julieta, y esta vez traía con ella una terrible noticia. Era la época de la crisis en Argentina, en el 2001, miles de personas se iban en busca de trabajo a otros países, ya que aquí varios habían quedado sin empleo y entre esas personas estaban los padres de ella. Era terrible, aunque en un primer momento el chico no se había percatado y la noticia había pasado desapercibida, pero luego empezó a pensar y sabía que tenía que decirle a ella lo que sentía, tenía que decirle lo mucho que le gustaba, debía arriesgarse, pero no podía y no encontraba el modo.

Mientras el niño se pasaba los días pensando, el tiempo corría y cada vez estaba mucho más cerca de caer el último grano de arena del reloj.

Hay a quienes les gustan las historias con finales felices, pero esta no es una de esas, los días pasaron y llegó el momento, ese que no esperaban ni querían que llegara, pero vino igual sin que nadie lo llamara.

Ella tomó el avión y se fue, su destino era España, se fue sin saber lo que un tonto niño sentía por ella y que por tímido y vergonzoso, no le había logrado decir.

Mientras aquí quedó el niño, herido y con un gran sentimiento dentro de él que nunca salió, hasta hoy, y quién sabe, a pesar del tiempo transcurrido, tal vez Julieta ahora pueda saber lo que el muchacho sentía por ella, finalmente después de tanto tiempo.